ZETA: GOLPE DE ESTADO SILENCIOSO

El pasado jueves leí en la página web de un político un artículo criticando a Zapatero en términos y con unas formas más propias de un niño de 10 años que de alguien que llegó a formar parte de uno de los Gobiernos de Aznar. Solo la lectura de ese artículo debería bastar para echar por tierra la idea de que para llegar a ocupar puestos en un gobierno se requiere cierta excelencia.

El político en cuestión ha debido darse cuenta, o alguien se lo ha dicho, el caso es que al día siguiente de publicarlo lo borró de su web. Yo lo he podido recuperar gracias a la caché de google, en la que aun hoy se mantiene, pero también de ahí desaparecerá. Para evitarme posibles problemas no diré quién es el político, pero quiero usar mi blog para conservar el artículo. Helo aquí.

---

ZETA: GOLPE DE ESTADO SILENCIOSO

Desde Franco no pasaba algo parecido. Zeta ha consentido algo impensable en nuestra Democracia. Nadie se había atrevido: ha enviado a su ministro de Justicia –Ultrabermejo- a negociar con un juez de la Audiencia Nacional -Mequierogarzón- el modo de destrozar a la Oposición del Partido Popular.

Para conseguirlo, ambos quedaron en verse en dos cacerías, en Talavera de la reina y en Jaén.

Siento vergüenza de contar lo que pasa en mi país.

Zeta, tras subir al poder con el atentado de Atocha, persigue mantenerse en el Gobierno con un golpe de estado silencioso: una asonada sin que nadie se entere.

Quiere manipular al electorado para proclamar el dos de marzo que gobierna democráticamente en La Moncloa, en Cataluña, en el País vasco, en Andalucía y en Galicia.

Y le es obligado destrozar Madrid y Valencia, donde nunca gana, ni ganará democráticamente en las urnas.

Zeta es un Golpe de Estado.

En el caso que nos ocupa de la famosa “trama”, usa al poder judicial. Su misión: destrozar al Partido Popular metiendo en la cárcel a gente de sus alrededores -pero no militantes ni cargos-, y asegurando a través de sus medios de Comunicación que existe una trama de corrupción.

Pero no consiguen localizar a gentes relevantes del PP, ni trama, ni corrupción.

¿El modo de actuación?: directamente, el ministro de Justicia se va de cacería con un juez que se ama tanto a sí mismo que no se da besos en las mejillas porque no se llega, y después aparecen en la cárcel gentes que no forman una trama, no son del PP, no es seguro que sean corruptas, pero a quienes el panfleto llamado El país y la cosa llamada Descaradamente Subvencionado Público tachan de delincuentes.

Pero los delincuentes son ellos: el presidente, el ministro y el juez (y los periodistas de esos medios).

Menos mal que Rajoy ha tenido arrestos para clamar que ya no aguanta más.

Menos mal que Rajoy ha dicho esta vez que esto es motivo para criticar y ha roto toda vinculación con Ultrabermejo.

Menos mal que alguien lucha por los derechos constitucionales, los mismos que Zeta está aniquilando en este momento.

Nadie concibe que el ministro de Justicia quede con un juez estrellita en una cacería y el resultado sea, de aquella manera, el encarcelamiento de gentes vinculada con la Oposición.

Esto no pasa ni en China.

Zeta debe dimitir. Por golpista.

Ningún demócrata puede admitir este atropello.