Es dificil seguir la argumentación de este hombre, pero viene a ser algo así: Si se desacraliza el sexo y éste se convierte en una actividad lúdica más, entonces la violación debería formar parte de las reglas del juego. Que la violación forme parte de las reglas del juego no es deseable, luego el sexo no debe ser desacralizado.
("Cuando se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal", dice Benjumea a modo de conclusión)
La forma lógica anterior es lo que se denomina modus tollens y es, formalmente, impecable: si una cosa A implica otra cosa B y rechazamos B, no nos queda más remedio que rechazar A.
El problema es que para que el modus tollens funcione la implicación ha de ser correcta, y la que Benjumea nos trae... bueno, demuestra más su imaginación que su rigor, por decirlo con suavidad. Para intentar hacerla creíble, tiene que decir cosas como esta:
¿No debería equipararse [la violación] a otras formas de agresión, como si, por ejemplo, obligáramos a alguien a divertirse durante algunos minutos?
Hombre, no creo que por lo general se diviertan mucho quienes son objeto de violación. Si se quiere comparar la violación con otras formas de agresión, yo sugeriría la tortura: una violación se parece más a una tortura que a, por ejemplo, contar chistes a alguien que no los quiere oír.
¿Que si comparamos la violación con la tortura su argumentación se cae? Mala suerte, señor Benjumea. Hasta otra ocasión.
4 comentarios. Haz el tuyo.:
Muy duro, lo lei ayer.
No sé como fue capaz de llegar a semejante conclusión... Ya no es de ser "antiguo" o "retroógrado", es de haber perdido el juicio...
Un saludo
Increíble, lo que hay que leer... ¿cómo se puede llegar a "razonar" así?
¿Qué puede haber en la mente de una persona para que dé mayor relevancia a lo sexual que a lo violento?
En los últimos días han salido dos declaraciones por parte deimportantes cargos eclesiásticos muy llamativas. A una ya hace referencia Herodoto en este post, la otra es de Cañizares: "no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios con los millones de vidas destruidas por el aborto". Hace referencia a los presuntos abusos a menores cometidos en escuelas católicas irlandesas entre los años 50 y 80. Todas estas declaraciones para luchar contra el derecho de abortar y el de tener una sexualidad libre.
Que se miren antes sus problemas sexuales, pues son ellos los que han destrozado la vida de criaturas con abusos reiterados durante años en colegios católicos de Irlanda y en muchos otros casos documentados que existen. Esos niños padecerán traumas toda su vida y algunos tal vez hubieran preferido no haber nacido. La Iglesia debería dejar de preocuparse por la sexualidad de los demás, pues con los antecedentes de abusos que tienen, no son nadie para juzgar.
En efecto, como dice Cañizares (http://www.negocios.com/29-05-2009+mayor_oreja_canizares_solo_hizo_una_ordenacion_dentro_aberracion,noticia_1img,14,14,58481) no me parece comparable un aborto a un abuso a un menor, pero no en el sentido que él dice, sino todo lo contrario. Que una mujer decida abortar porque no puede hacerse cargo de una criatura, un criatura que tal vez acabe sufriendo abusos en un colegio de curas, me parece un acto de responsabilidad. No es comprable, en modo alguno, a que un señor que predica para los demás lo que él es incapaz de cumplir, se dedique a abusar de criaturas indefensas. No, señor Cañizares, no es comparable.
A mí lo que me gusta de este asunto es que se pone de manifiesto que la derecha del PP en España sigue siendo la misma derecha retrógrada de antes de la transición democrática. El PP teme que haya una fuga de votos desde los sectores ultracatólicos y presenta ni más ni menos que al democristiano Mayor Oreja como candidato a las europeas, amén de dar al irresponsable Aznar que borracho se reía de las campañas de tráfico, un papel en la campaña. Los barones regionales, como Camps, también contraatacan, con redes de apoyo a las mujeres embarazadas.
Me da mucha pena, lo digo sinceramente, creo qeu este pais se merece una derecha digna, una Iglesia digna, pues me consta que hay curas y monjas que realmente hacen el bien, y que hay políticos de derecha que argumentan con sensatez y lógica, pero estas declaraciones que hemos tenido que soportar esta semana desacreditan cualquier intento de democratización por parte del PP o de desvinculación de la Iglesia de los asuntos del Estado.
Es una pena, sobre todo para los votantes de derecha de este pais que se quedan sin una alternativa digna.
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