El resultado global de todo esto sería un enriquecimiento de nuestro país por desplazarse los recursos productivos hacia los sectores más eficientes, dejando aquellos en los que somos menos eficientes a otros países. En todo esto no influye el modo de funcionamiento de los mercados externos. Lo único que nos interesa saber es el precio.
¿Absurdo? Pues esto que he dicho lo vi demostrado matemáticamente en mi época de estudiante a partir de unas sencillas hipótesis, la más llamativa de las cuales era suponer unas condiciones de mercado libre (ente mitológico que ni existe, ni ha existido, ni presumiblemente existirá jamás)
Es también la hipótesis que el pasado jueves defendía uno de los sesudos participantes de la tertulia económica de Onda Cero, a esto de las 9 de la noche, cuando se trataba el tema de la posible compra de Repsol por parte de la petrolera rusa Lukoil. Otro de los tertulianos, o no sé si el mismo, añadía que no existen esas cosas llamadas "sectores estratégicos", pues, aseguraba, o lo son todos o ninguno. No es más estratégico, ejemplificaba, el sector del petróleo que el de distribución de pan. Lo decía con esa seguridad con que muchas veces los ignorantes consiguen hacer dudar a los que le escuchan. No debería hacer falta, pero lo explico:
- En el caso de que alguien se haga con la distribución del pan y trate de usar esa situación para, por ejemplo, aumentar escandalosamente el precio, se encontrará con montones de ciudadanos rápidamente reconvertidos en autónomos transportistas. Refinar o importar petróleo es algo más complicado.
- Aunque tuvieran éxito en sus siniestros planes, tal vez en un país mucho más pobre la ausencia de pan podría convertirse en un problema estratégico serio. En España, no habría mucho problema en sustituirlo por otros alimentos. Sustituir el petróleo es de nuevo algo más complicado.
Quiero de todos modos reconocer que en mi opinión tiene el tertuliano en cuestión su parte de razón, pues, si admitimos las premisas que nos llevan a que es bueno abrir los mercados, eso es independiente de que en el país de origen del inversor haya o no una igual apertura. Más aun, debería dar igual que el inversor fuera una empresa pública extranjera. ¿Por qué vamos a asumir a priori un comportamiento más perverso a un inversor público que a uno privado? ¿Por qué debería preocuparnos que el petróleo español estuviera en manos del gobierno ruso y no, por ejemplo, de George Soros? El capital es solo eso, capital, y en su búsqueda de beneficios no debería ser esperable un comportamiento distinto si su procedencia es rusa o americana. El capital, simplemente, no tiene país.
¿Por qué todo esto es un error? Porque como he explicado antes sí es cierto que hay sectores estratégicos, y precisamente el del los combustibles fósiles (tanto gas como petróleo, el carbón en mucha menor medida) es uno de ellos. Cuando un sector es estratégico para una comunidad es conveniente para esa comunidad tener cierto control sobre él. Lo que en absoluto es conveniente es que pase a estar controlado por otra comunidad.
La dependencia de Europa respecto a Rusia en este terreno nos pone ya, sin necesidad de que Repsol cambie de manos, en una situación comprometida. Rusia controla o amenaza todas las fuentes de estos productos que llegan a Europa desde el este. Repsol tiene por su lado posiciones en el sur (Magreb).
Cuando yo me pongo a estudiar estos juegos de tahúres capitalistas (salvo algunos casos domésticos, como la estafa del Forum Filatélico o el timo de Terra) siempre acabo con la sensación de que o me falta alguna información o, peor aun, me sobra. Aun así, por lo poco que sé, veo claramente imprudente, no como español, sino como europeo, permitir que empresas rusas hagan este tipo de movimientos. Espero que alguien sepa reaccionar a tiempo.
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