domingo, 3 de mayo de 2009

Los experimentos de Milgram (II). Experimentos 2 a 6

En el artículo anterior describí el experimento de Milgram nº1, tal como fue publicado en 1963 en la revista Journal of Abnormal and Social Psychology bajo el título "Behavioral Study of Obedience". Aunque el resultado de este solo experimento es sin duda muy revelador, las intenciones de Milgram iban más lejos. El pretendía no solo dar explicación al comportamiento humano en una situación muy concreta, sino ver además como diferentes factores pueden afectar (o no) al resultado del experimento. La cuestión clave es ¿Bajo qué condiciones el poder de la autoridad es mayor? Hay que señalar que, contra lo que pueda parecer a primera vista, la ejecución y difusión de estos experimentos no es necesariamente útil a las autoridades. Ellas ya saben qué deben hacer para ser obedecidas, es su negocio. Al contrario, publicitar este tipo de experimentos permite que ciertos mecanismos puedan ser mejor conocidos por personas ajenas a la autoridad.

Hay también una cuestión en la que quiero incidir respecto a los experimentos en psicología. Hay cierta predisposición (y me temo que no solo entre la gente común, sino tambien entre algunos psicólogos) a pensar que estos experimentos no precisan de un control tan rígido como pudiera ser el caso de los experimentos de física, por ejemplo. Esto no es así, sino más bien al contrario. A priori es más fácil controlar en un laboratorio a un cuerpo inerte que a una persona. Ésta es mucho más impredecible, y su comportamiento se ve afectado por una enorme variedad de factores que es preciso, aunque dificil, controlar. En el experimento de Milgram, por ejemplo, podría ser importante que el experimentador llevara gafas o no. En un experimento convencional de física, en cambio, esta clase de cosas sería irrelevante. Los experimentos psicológicos requieren por tanto de un control enormemente estricto de las condiciones en las que se realizan. ¿Es este el caso de los experimentos de Milgram? Por lo que he leído en el artículo citado y, sobre todo, en el libro "Obedience to Authority: An Experimental View" (Milgram, 1974) me inclino a pensar que sí.

Milgram repitió sus experimentos en múltiples condiciones. Para poder compararlos entre sí y ver cómo afectan dichas condiciones a la obediencia, es conveniente usar parámetros numéricos. Usaremos 2:
  • A1, el % de profesores que llega a aplicar la última descarga de 450 voltios, y
  • A2, que medirá hasta donde llegan de media los profesores (los extremos son A2=0 si todos abandonan antes de empezar y A2=30 si todos llegan hasta el final)
Veamos los resultados.
  • Experimento 1: Este experimento ya ha sido descrito con detalle. A1=65%; A2=27.
  • Experimento 2: Feedback vocal. Igual que el 1, pero en este el profesor oye quejas del alumno cuando le da las descargas a partir de los 150 voltios. A1=62,5%; A2=24,53. La obediencia disminuye muy ligeramente.
  • Experimento 3: Igual que el 2, pero con profesor y alumno en la misma habitación. A1=40%; A2=20,80. La obediencia vuelve a disminuir ligeramente. Se observa que los profesores rehúyen el contacto visual con los alumnos
  • Experimento 4: Igual que el experimento 3, pero ahora la aplicación de la descarga requiere contacto físico. Para que se produzca ésta es necesario que el alumno tenga su brazo sobre una placa metálica. A partir de los 150 voltios el alumno reclama ser liberado y se niega a posar su brazo sobre la placa. Se ordena al profesor que sujete el brazo del alumno contra la placa para que se pueda producir la descarga. A1=30%; A2=17,88. Aquí observamos ya una disminución en la obediencia más significativa.

El resultado comparado de los experimentos 1 a 4 parece bastante previsible: cuando mayor sea la proximidad entre profesor y alumno menores serán los índices de obediencia. Llama de todos modos la atención que en condiciones tan extremas como el experimento 4 aun un 30% de los profesores continúen el experimento hasta el final.


A partir del experimento 5 se inicia una nueva serie, con unas condiciones diferentes. Los experimentos se realizan en un nuevo laboratorio, con un aspecto probablemente menos imponente, aunque también en la Universidad de Yale. También fue redefinido el comportamiento del "alumno": Ahora tendría un ligero problema cardiaco, del que avisaría antes de empezar el experimento. No obstante el director del experimento respondería que eso no debería suponer ningún problema. También es redefinido el comportamiento del alumno cuando se le aplican las descargas, que ahora incorpora las siguientes expresiones verbales:
75 voltios: ¡Ug!
90 voltios: ¡Ug!
105 voltios: ¡Ug! (más fuerte)
120 voltios ¡Ug! Esto duele de verdad.
135 voltios ¡Ug!
150 voltios ¡Ug! ¡Experimentador! Ya está. Sáquenme de aquí. Ya dije que tenía un problema cardiaco. Mi corazón me empieza a preocupar. Sáquenme, por favor. Mi corazón me preocupa. Déjenme salir.
165 voltios ¡Ug! ¡Déjenme salir! (Gritando)
180 voltios ¡Ug! No puedo soportar el dolor. ¡Déjenme salir de aquí! (gritando)
195 voltios ¡Ug! ¡Déjenme salir de aquí! ¡Déjenme salir de aquí! Mi corazón me preocupa ¡Déjenme salir de aquí! ¡No tienen derecho a tenerme aquí! ¡Déjenme salir! ¡Déjenme ir fuera! ¡Déjenme salir! ¡Déjenme ir fuera! Mi corazón me preocupa. ¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir!
210 voltios ¡Ug! ¡Experimentador! Sáqueme de aquí. No quiero estar más tiempo en el experimento
225 voltios ¡Ug!
240 voltios ¡Ug!
255 voltios ¡Ug! Sáquenme de aquí
270 voltios (Grito agónico) Déjenme salir, Déjenme salir
285 voltios (Grito agónico)
300 voltios (Grito agónico) Me niego completamente a seguir respondiendo. Sáquenme de aquí. No pueden tenerme aquí. Sáquenme, sáquenme de aquí
315 voltios (Grito agónico intenso) Ya dije que me niego a responder. No voy a continuar con este experimento
330 voltios (Grito agónico intenso y prolongado) Déjenme salir de aquí. Déjenme salir de aquí. Mi corazón me molesta. Les digo que me dejen ir. (Histérico) ¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir! No tienen derecho a tenerme aquí. ¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir de aquí! ¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir!


Veamos ahora el resultado de los experimentos:

  • Experimento 5: Según acaba de ser descrito. Resultado: A1=65%, A2=24,55.
Estos resultados son comparables a los de los experimentos 1 y 2, a pesar de las muy fuertes quejas introducidas en éste. "Probablemente no hay nada que la víctima pueda decir para inducir desobediencia, ya que las acciones del profesor no están controladas por él", dice Milgram.
  • Experimento 6: Cambio de personalidades. Hasta ahora el director del experimento tenía el aspecto de un técnico serio y seco. El alumno, en cambio, parecía alguien blando, amigable e inofensivo. Aquí ambos caracteres fueron invertidos. A1=50%, A2=22,20. La personalidad parece influir ligeramente en la obediencia.


Para acabar por hoy, quisiera mostrar una dramatización de los experimentos hecha para el programa Redes de TVE:



<<Anterior     Arriba     Siguiente>>

1 comentarios. Haz el tuyo.:

Evocid dijo...

Quisiera observar que en el video se dan algunos datos que no son del todo correctos. Por ejemplo, la descarga de prueba no es la mínima, sino de 45 voltios. Los gritos que da el alumno en el video tampoco coinciden con los de los experimentos de Milgram. Existen videos de los experimentos originales, pero por desgracia están bajo copyright